Cuando un compresor absorbe aire de su entorno para comprimirlo, también absorbe cualquier partícula que esté en suspensión en el aire. Además, en el proceso de compresión se pueden añadir otras partículas. Todas estas partículas (normalmente partículas sólidas o de agua o aceite) pueden ser perjudiciales para las máquinas consumidoras de este aire comprimido y para el producto final en algunos casos como por ejemplo la industria alimentaria. La calidad del aire comprimido es una clasificación según la cantidad de estas partículas que contenga.
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